Ayer, murió un soldadito de plomo, ya que un trol celoso lo arrojó al fuego de la chimenea. Se pelearon debido a una hermosa bailarina que empezaba a fijarse en el soldado. Cuando él estaba en las llamas, derritiéndose se abrió la puerta y una ráfaga de aire empujó a la bailarina junto a él. Lo único encontrado de ambos cuerpos han sido un corazón de plomo y una esmeralda de la bailarina.
Carmen y Alberto
No hay comentarios:
Publicar un comentario