lunes, 28 de marzo de 2011

Hundimiento del Titanic contado por el iceberg


Un día, yo estaba muy tranquilo hablando con mis amigos, los icebergs, cuando vi que venía un barco. De repente, chocó contra mí y yo, le abrí seis grietas en seis de sus bodegas. A causa de estas grietas, el barco se hundió. Primero, la proa muy rápido se sumergió, hasta que la popa se levantó tanto, que hizo que el barco se partiera por la mitad, provocando con ello que se hundiera muy pronto. Sobrevivió muy poca gente. A partir de ese día, no pude parar de pensar en ello, hasta que se me ocurrió una idea: contárselo a la gente para ver si así se me olvidaba, y así fue.


Cristina González

Accidente Peugeot 206


Conducía tranquilamente de regreso a casa. Paré en el semáforo en rojo y continué mi camino. Cuando, de repente, algo se me cruzó delante. Me frené, pero era demasiado tarde. Mi conductor se bajó. En el arcén estaba un anciano ensangrentado y muy quieto.

Escrito por: Alba 1º ESO B

sábado, 26 de marzo de 2011

El hundimiento del Titanic contado por una balsa


Era el cuarto día desde que zarpamos y las cosas estaban muy tranquilas, hasta esa noche. La gente reía, comía y brindaba en el gran comedor del barco, cuando un estruendo resonó en todo el Titanic. Pronto se empezaron a oír gritos de que nos estábamos hundiendo. Los marineros, asustados, nos lanzaron al agua fría. La gente se subió a nosotras, pero no éramos suficientes. Cuando todas estuvimos llenas nos soltaron. Y nos fuimos alejando del barco.

Escrito por: Alba Pazos Torres 1 ESO B

El hundimiento de el Titanic


Miré el reloj de la pared, eran las diez y media. La cena había terminado dando lugar a la música y al baile. Estaba sentada en una silla, cuando, de repente, un estruendo recorrió la habitación. Todos corrieron a los balcones para ver qué había pasado. Por mucho que lo hubiese intentado jamás me habría imaginado que acabásemos de chocar contra un iceberg. El capitán intentó calmarnos diciendo que el choque no era motivo de preocupación Pero todo eso quedó en palabras en el momento que el suelo empezó a inclinarse y salimos para asombrarnos al ver que nos estábamos hundiendo. Pronto reinó el caos, todos corrían de un lado a otro gritando. Los marineros bajaron las balsas y nos dieron un chaleco salvavidas. Me subí a una de ellas que ya empezaba a llenarse. Cuando se llenó por completo la soltaron y nos fuimos alejando del barco. Hasta que, en la distancia, pudimos ver el barco partirse en dos y hundirse.

Escrito por: Alba Pazos Torres 1ESO B


Atropello de D.P.R. contado por el Peugeot 206


Un día, cuando circulaba por la LU-122, un hombre, D. P. R., vecino de A Pastoriza, cruzó para volver a su casa. Venía de comprar unos refrescos en un bar cercano. Cuando pasó por delante de nosotros, ni a mí ni a mi conductora nos dio tiempo a reaccionar, porque ni lo habíamos visto. Por desgracia, el hombre murió en el acto y los vecinos y su mujer se dieron cuenta de ello al oír los gritos de mi conductora. Aunque pueda parecer extraño, ella resultó ilesa.


Cristina González 1º ESO B

Diario de un superviviente del Titanic


Hoy por la mañana me levanté, desayuné y me vestí para disfrutar del crucero en el que viajaba desde hacía unos días. Me puse un vestido nuevo que me había comprado para estrenar en este crucero, y fui a hablar con mis amigas. Más tarde, hacia el mediodía, fui a comer con ellas y con mi marido. Comimos almejas, bacalao y carne. Todo estuvo muy sabroso. Por la tarde, fui a la cubierta del barco a beber un refresco y a tomar el sol. Más tarde, jugamos a las cartas, mis amigas y yo, ya que mi marido se había ido con sus amigos. También fuimos de compras. Ahora, de noche, estoy sentada en la cama de mi camarote escribiendo el diario. Acabo de escuchar un ruido muy fuerte, voy a ver qué pasa.

Cristina González 1º ESO B



jueves, 24 de marzo de 2011

El iceberg

Iba paseando por esas aguas heladas cuando vi un barco, y me acerqué a él, con tan mala suerte que chocó contra mí. Yo me quedé con un agujero a la altura de la línea de flotación. Me dolió oír los gritos de la gente que lloraba al hundise el barco, se salvaron varias personas, pero, aun así murieron muchísimas más... Me hizo llorar hasta derretirme.


Alberto García 1º ESO B

Atropello en A Pastoriza narrado por un Peugeot 206

Atropello en A Pastoriza, narrado por un Peugeot 206



El día del accidente, yo iba tan tranquilo por la carretera en dirección A Pastoriza, cuando noté que de repente mi conductor empezó a ordenarme que acelerara. Llegué al límite de velocidad, y pensé que tal vez frenaría. Pero no fue así. Mi conductor estaba medio enfadado y parecía que pretendía seguir acelerando. Al cabo de un minuto vi pasar rapidísimo el cartel que ponía: A Pastoriza. Después de unos minutos, vi cruzar a un pobre señor. En un instante choqué con él y casi resbalo. Mi conductor siguió su camino hasta que la policía lo detuvo. Después no sé lo que le hicieron, pero menos mal que no se puede condenar a un coche.

Adrián 1ºESO B

Un iceberg choca contra un barco.

Hace muchos años que me iba derritiendo por el Océano Atlántico, y, a lo lejos vi un barco; pensé que iba a girar cuando me viera, pero no lo hizo. Cada vez se acercaba más y más , y cuando estuvo muy cerca de mí, casi rozándome, me fijé en que no tenía a nadie guiándolo, y choqué contra él. Le provoqué seis grietas y el barco empezó a hundirse. El sonido de la gente gritando era música celestial para mí, y en cuanto se hundió del todo me derretí.
Diana Eiras 1º ESO B

miércoles, 23 de marzo de 2011

Muere hombre al ser atropellado por un Peugeot 206

Iba por la carretera , cuando mi marcador de velocidad se puso a más de 200 km por hora. Mis faros antiniebla detectaron a un individuo y, de repente , vi un ovni o mejor dicho un señor que salió disparado a 7 metros de longitud y a 10 metros de altura. Yo me deprimí y ahora mi marcador de velocidad no pasa de 10 km hora.


Alberto García 1º ESO B

Un día en el Titanic según la barandilla

Este frío día el barco estaba, o parecía más frágil. A pesar de su inusual y lujosa cubierta, el barco no me parecía seguro. La gente se posaba en mí para ver el rosado cielo. Era como si las nubes estuvieran ardiendo. Estábamos entrando en zonas menos cálidas; y la tripulación lo notaba. El barco empezaba a tambalearse entre icebergs y piezas de hielo. Toda la gente se iba a sus camarotes. Arreciaba un viento frío. El destino del Titanic era acabar en las profundidades marinas.
Nicolás González Martínez 1º ESO B

Un chaleco

Estaba mirando hacia un iceberg, me empecé a poner nervioso, ya que todos mis compañeros, los chalecos, gritaban tanto que no era capaz de reaccionar (aún así sería difícil ya que no tengo piernas). Nos íbamos acercando y todos corrían alarmados. Chocamos, fue imposible evitarlo; me caí en el casco con el impacto. Sentí cómo nos íbamos hundiendo, porque empezaba a mojarme la espalda. Fue horrible, ya que allí el agua estaba helada. Todo fue desapareciendo poco a poco; hundiéndose, lentamente, menos nosotros, claro. Pasadas tres horas se acercó un helicóptero, que nos rescató y nos vendió a un marinero viejo y solitario.


Carmen Escariz Mella 1º ESO B

El Titanic

20 de diciembre de 1995

Soy Mery, una de los supervivientes del hundimiento del Titanic. Cuando el barco comenzó a hundirse, estaba cerca de los botes salvavidas, rápida cogí un bote y me lanzé al agua. Después vi cómo se hundía aquel grandioso barco. Cuando iba en el bote me encontré con un barco que me rescató, al llegar a puerto vimos que algunos de los pasajeros estaban allí.
Pero no encontré a mi familia. Estaba desesperada.

La corza blanca

Asesinan a la hija de un noble

Esta mañana asesinaron a la hija del conde Don Dionís. Su presunto asesino, el criado, responde a las iniciales G.L.P.
Según él solo había salido a cazar, cuando avistó una corza. Se dispuso a dispararle, pero una voz le dijo que no lo hiciera. Era la voz de Constanza, la hija del noble, que provenía del animal.
Ella huyó y Garcés lo interpretó como una broma. Él le disparó con una ballesta, se acercó a donde había impactado la flecha y vio cómo su querida Constanza se retorcía de dolor.
Ángel y Sebastián 1ºESO B

El día del naufragio según Katelin.

Mi nombre es Katelin. Soy una de las supervivientes del Titanic. Viajaba en un camarote de primera clase. El día en que se hundió el barco, me desperté tarde. Casi me desmayo al oír la campana del desayuno. ¡Iba a llegar tarde a mi cita con mamá y tía Anette! Me vestí y maquillé y salí corriendo hacia el comedor. Mi madre estaba a la mesa, hablando con Anette. Pedí disculpas por la tardanza y me senté. Estuve un rato evitando mirar a mamá, estaba furiosa y me lanzaba miradas de reproche desde el otro lado de la mesa. Después fuimos las tres juntas a cubierta. Transcurría el mes de abril y hacía un frío horrible, pero yo era la única que parecía notarlo. Nos reunimos con mi padre y le acompañamos a la sala de mando, él era el mejor amigo del capitán.
A la hora de comer, fue muy difícil escoger algo apetitoso. Todo tenía nombres complicados. Mi madre se decidió por un "filet avec cremme carotte" y yo la imité. A pesar de que hablaba fluidamente inglés, español, italiano y ruso, y entendía algunas palabras en francés y portugués, no descubrí lo que significaba el nombre del plato hasta que nos trajeron la comida. Un fallo enorme, odio la zanahoria. Estuve toda la tarde escuchando las críticas de mi madre hacia otras mujeres del pasaje y a mi tía relatando cómo había conocido a todos sus exmaridos. Pedí permiso para irme cuando se disponían a criticar a la familia de mi mejor amiga, quien se había quedado en tierra y yo me sentía sola sin ella. Fui a tomar el aire a proa y vi a una pareja. La chica estaba apoyada en la barandilla con los brazos extendidos y él la sujetaba por la cintura mientras ambos miraban al horizonte. ¡Menudo par de locos! ¿Y si se rompía la barandilla? Farfullé un rato por lo bajo y me fui a mi camarote hasta la hora de cenar . Me sentía afortunada por tener un camarote propio en un barco tan grande y lujoso. Alrededor de las doce, yo estaba sentada en un banco en la cubierta de popa. Sentí una fuerte sacudida y me levanté. Miré a proa y vi aquel gigantesco iceberg. Salí corriendo a avisar a mi padre, y camino de su camarote, un hombre me agarró, arrastrándome hacia los botes salvavidas. Me sentaron al lado de mi madre y un niño de unos dos años. Entonces lo entendí. Estaban poniendo a salvo a las mujeres y a los niños. Mi padre se ahogaría junto con los demás hombres del pasaje. Desesperada por pasarme el resto de mi vida sin mi padre para protejerme de los ofensivos comentarios de mi madre hacia mi persona, salté del bote y me escabullí entre los brazos de los marineros que intentaban retenerme. Encontré a mi padre en la sala de mandos. Me lancé a sus brazos ante la mirada atónita del capitán. Todos los presentes me gritaban que volviera a los botes, pero me negué rotundamente a dejarle allí. Moriría con él si hacía falta. Para ponerme a salvo, mi padre me cargó a su espalda y me llevó a los botes, sentándome en el mismo sitio en el que estaba antes. Justo antes de que bajaran los botes, me agarré a él, haciéndole caer dentro de la barca. Me dio un bofetón y yo lo abracé. Estaba dolorida, pero feliz. Nos alejamos del barco, que se partió en dos en cuanto nos separamos de él. Después de seis horas a la deriva fuimos rescatados.
Andrea, 1ºESOB

viernes, 18 de marzo de 2011

Muere un soldadito de plomo

Muere un soldadito de plomo al ser arrojado a la chimenea por un trol


Ayer, murió un soldadito de plomo, ya que un trol celoso lo arrojó al fuego de la chimenea. Se pelearon debido a una hermosa bailarina que empezaba a fijarse en el soldado. Cuando él estaba en las llamas, derritiéndose se abrió la puerta y una ráfaga de aire empujó a la bailarina junto a él. Lo único encontrado de ambos cuerpos han sido un corazón de plomo y una esmeralda de la bailarina.
Carmen y Alberto

Despierta tras estar dormida durante 100 años

El pasado día despertó la princesa del reino, Rosa Silvestre . Después de haber estado dormida en un profundo sueño, debido a un hechizo

En el día de ayer despertó la princesa del reino, gracias a que un príncipe la besó, deshaciendo el hechizo que le había otorgado un hada furiosa, al poco tiempo de nacer. El hechizo consistía en que la princesa se quedaría a los 15 años profundamente dormida durante 100 años, y así fue. Ahora Rosa Silvestre está despierta y recién casada con el príncipe.

jueves, 17 de marzo de 2011

Un zapato abandonado por la fugitiva permite hallar a la reina consorte


Una chica perdió su zapato de cristal, tras salir corriendo del baile que ofrecía el príncipe.
Antes de ayer, a las doce de la noche, Cenicienta perdió uno de sus zapatos de cristal, al salir a toda prisa del baile de palacio, porque el hechizo que el hada madrina había hecho, se iba a deshacer. Cuando los sirvientes del príncipe fueron a buscar a la joven, ayer, pasaron por la casa de Cenicienta y, al probarle el zapato, vieron que le quedaba perfecto. Mañana se casará con el príncipe.
María González y Cristina González.

Se ahoga un lobo en un manantial.


Un lobo se come a los hijos de una cabra y ella, en venganza, le ahoga en un manantial.

En el día de ayer, una madre de siete cabritillos, salió a recolectar alimentos al bosque, dejando a sus hijos en casa con la única orden de que no le abrieran la puerta a nadie. Pero cuando regresó a su hogar, solo encontró a su hijo menor escondido en la caja del reloj. Entonces el cabritillo, le contó que el lobo les había engañado para que le abrieran la puerta. Cuando vieron a la fiera todos se escondieron, no obstante los comió a todos excepto al menor. La madre y el hijo fueron a ver al animal, que estaba durmiendo al lado de un manantial, y le pidió al hijo que le acercara unas tijeras para abrirle el abdomen al lobo. Los cabritillos, salieron uno por uno del estómago, y se lo llenaron de piedras. Luego, el lobo se acercó al manantial para beber agua, y por el peso de las piedras, se ahogó. Y los cabritillos bailaron alrededor del manantial festejando la muerte del lobo.

Una niña se queda sin pies


Karen, una niña de unos trece años, se vio ayer obligada a pedirle a un verdugo que le amputara los pies a causa de unos zapatos rojos embrujados que le impedían parar de bailar. Se cree que pudieron ser malditos por un viejo soldado mutilado de guerra al que no le gustó que la niña se confirmase con un calzado tan llamativo. Ella afirma que fue condenada a vagar el resto de su vida en un continuo baile por la comarca. Desesperada, tras varios días danzando por el bosque, llegó a la casa del verdugo, y éste, compadeciéndose de ella le cortó los pies. La joven acudió a la iglesia a pedir ayuda, pero se asustó al encontrar sus zapatos danzantes en el atrio. Luego, fue al encuentro del secerdote. Él la aceptó como sirvienta. La niña, condenada a no volver a la iglesia por el miedo que le infundían las zapatillas rojas, rezaba en el desván desesperada durante la misa, hasta que la Gracia de Dios, perdonó sus pecados y la llevó hasta el templo sin tener que pasar ante sus zapatos.

Redactoras Andrea Durán y Diana Eiras

domingo, 13 de marzo de 2011

Más Calpurnias...

Es una niña de once años, delgada y no muy alta. Tiene el pelo rubio recogido en dos trenzas. Suele ponerse un vestido y un mandilón, porque no tiene edad para llevar corsé. Le gusta leer y observar la naturaleza. También le encanta el libro El origen de las especies de Charles Darwin. Es muy curiosa y le emocionan los insectos.
Ángel, 1º ESO B

Cal...

Calpurnia es una niña de once años. Es delgada y no muy alta; es rubia, con el pelo recogido en dos trenzas. Lleva vestidos y botines. Tiene un cuaderno rojo que le regaló su hermano , donde anota sus observaciones de la naturaleza. Es una niña curiosa y le gustan los libros como El origen de las especies.
Carmen 1º ESO B

Cal...

Calpurnia es una joven estadounidense de casi doce años. Tiene el pelo castaño y rizado, recogido en dos coletas, y los ojos verdes. Es alta y delgada. Habita en Fentress, en el condado de Cadwell. Vive con sus padres, su abuelo, Viola y San Juanna -las criadas- y sus seis hermanos, quienes la conocen por Callie Vee. Viste como las adolescentes de su época, con unos botines y un mandilón, debido a su corta edad. Siente curiosidad por los insectos y el evolucionismo.
Nicolás, 1º ESO B

martes, 8 de marzo de 2011

Calpurnia

Calpurnia es una niña de once años. Vive en Fentress, Estado de Texas. Tiene seis hermanos, es alta, delgada, de ojos marrones y suele vestir un delantal. Casi siempre recoge su pelo largo en una trenza. Posee un carácter alegre y le encantan la naturaleza y los animales. Recibe clases de piano y de costura, pero no le gustan. Mantiene una relación muy buena con su abuelo, Walter Tate.
Cristina, 1º ESO B

Otro retrato de Callie Vee

Es una niña que debe de tener unos once años , guapa y con el pelo trenzado, es delgada pero no excesivamente; lleva un vestido y un delantal. Le gustan la naturaleza y los animales, a menudo va con su abuelo a observar insectos y los recogen para su colección.
María, 1º ESO B

Calpurnia

Calpurnia es una niña de once años que vive en Fentress, condado de Cadwell; donde comparte casa con sus padres y sus seis hermanos. Tiene los ojos verdes y el cabello oscuro, que suele llevar recogido en una coleta. Es de baja estatura, delgada y pálida; muy curiosa y trabajadora. Le encanta observar a los animales. Recibe clases de piano junto a su hermano Harry.
Alba, 1º ESO B

jueves, 3 de marzo de 2011

Calpurnia en el segundo capítulo...

Descripción de Calpurnia Tate

Calpurnia es una chica de once años que vive en Fentress, en el condado de Caldwell (Texas-EE.UU). Es alta, tiene el pelo castaño y los ojos marrones. Suele ir vestida como todas las niñas del siglo XIX, con mandilón y botines, ya que todavía es muy joven para llevar corsé.

Es muy curiosa y le apasionan los insectos. Siempre va con su abuelo al río a observar bichos y apuntar lo que hacen. No le gustan las obligaciones de las chicas de su edad, como mantener buena conducta, aprender a coser, o las clases de piano, porque le aburren.
Adrián, 1º ESO B

miércoles, 2 de marzo de 2011

Calpurnia


Calpurnia Tate es una joven de doce años, simpática, amable y respetuosa. Tiene la piel blanca y el pelo rubio, siempre recogido en una coleta; sus ojos son azules y sus rasgos delicados y definidos. Viste un corsé y, encima de este, un mandilón; calza botines. Su mayor afición es observar el mundo animal con su abuelo.
Fernando, 1ºESO A

martes, 1 de marzo de 2011

CUANDO TÚ ME MIRAS



Cuando tú me miras
en tus ojos me pierdo
tu sonrisa me fascina
sueño que toco el cielo,
se me clava una espina
dentro de mi corazón
y mi mejor amiga
me dice que es amor.
Hace falta una vida
para poder olvidar
y hace falta otra
para volver a amar.


María González, Alberto García, Carmen Escariz, Cristina González