Iba paseando por esas aguas heladas cuando vi un barco, y me acerqué a él, con tan mala suerte que chocó contra mí. Yo me quedé con un agujero a la altura de la línea de flotación. Me dolió oír los gritos de la gente que lloraba al hundise el barco, se salvaron varias personas, pero, aun así murieron muchísimas más... Me hizo llorar hasta derretirme.
Alberto García 1º ESO B
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