jueves, 20 de junio de 2013

El hundimiento del Titanic contado por la lámpara del salón principal.


Brillante, lujosa y elegante me encontraba en el techo del salón principal del barco más lujoso del siglo XX. Fui comprada para formar parte del Titanic. Formada por miles de cristales de Bohemia, mi función era iluminar el inmenso lugar por donde transcurrían los pasajeros. La madrugada del 15 de abril de 1912 se hundió en las costas de Terranova el barco más grande y lujoso de aquel momento. El barco había chocado contra un iceberg de inmenso tamaño. Se empezó a tambalear un poco y pensé que no sería nada grave, de repente, el barco se empezó a hundir por la popa. Caí al suelo y todos mis cristales de Bohemia se rompieron. En menos de cuatro horas el Titanic ya se encontraban bajo el agua cerca de las costas de Terranova. Mis lágrimas adornando el salón principal se habían acabado.

Clara

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