EL TITANIC
El 14 de abril de 1912, yo era un ancla del Titanic. Llevaba toda la cadena recogida y las olas salpicaban mi cuerpo. Estaba todo muy tranquilo, el agua estaba fría y no se veían los peces ni delfines. Yo, escuchaba a los pasajeros hablar y reír. De repente vi una punta de un iceberg y pensé que el capitán del barco lo había visto, pero el barco se empezó a inclinar hacia el lado contrario al que me situaba yo.
Poco a poco se fue hundiendo. Muchos pasajeros cogían los chalecos salvavidas, otros gritaban... Fui una de los últimos en tocar el agua.
Creado por María P.
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