A Estrada, María y Nuria.
La
bella desconocida llegaba al baile, todos sabían que era demasiado guapa para ser una de las hijas del rey. El
príncipe le pidió un baile, pero, cuando sonaron las doce en punto,
ella se marchó corriendo sin despedirse de nadie y, accidentalmente,
se le cayó uno de sus zapatos de cristal. Al verlo el príncipe
lo recogió admirado por su delicadeza. Al día siguiente, este
organizó una búsqueda para encontrar a la bella desconocida, puesto que no
sabían que era Cenicienta. El príncipe llegó a la casa de la joven y
después de probárselo a sus hermanas se lo probó ella y todos se quedan
sorprendidos al saber de quién era el zapato. Al cabo de unos meses se
casaron y Cenicienta se convirtió en princesa y fue la envidia de sus
hermanas.
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